Alopecia

Un adecuado diagnóstico permite realizar el mejor tratamiento

Las causas de pérdida parcial o total del cabello son múltiples, por lo que es importante establecer un adecuado diagnóstico para poder aplicar el mejor tratamiento disponible.

En términos generales, las alopecias pueden dividirse en 2 grandes grupos:

  • Alopecias no cicatriciales
  • Alopecias cicatriciales

  • En la mayoría de ocasiones, se trata de un proceso crónico con tendencia a evolucionar a lo largo de la vida, por lo que casi siempre hablamos de tratamientos crónicos o a largo plazo.

    Las alopecias más frecuentes son:

  • La ALOPECIA ANDROGENÉTICA MASCULINA, también llamada calvicie común. Es muy frecuente en hombres a partir de los 50 años, aunque un porcentaje de hombres empieza a desarrollarla de forma incipiente de forma precoz, incluso antes de los 30 años. Los factores son genéticos y hormonales, de ahí su nombre (andro-genética). Actualmente disponemos de tratamientos que permiten controlar el efecto de las hormonas sobre el folículo o raíz del pelo, así como mejorar el ritmo de crecimiento capilar.

    • La ALOPECIA ANDROGENÉTICA FEMENINA, es muy frecuente tras la menopausia, aunque también puede aparecer en mujeres muy jóvenes. El efecto psicológico es a menudo más marcado que en hombres. Muchas veces no se percibe tanto una caída de cabello, si no áreas de aclaramiento de la densidad del pelo o ensanchamiento de la raya central del pelo. De nuevo el origen es genético y hormonal, y disponemos de tratamientos para controlar ambos factores.

    • La ALOPECIA FRONTAL FIBROSANTE, es una alopecia cicatricial. La alopecia es en este caso irreversible, es decir, el pelo afectado queda destruido de forma permanente y no es posible recuperarlo. Esta forma de alopecia se describió en el año 1994 y desde entonces los dermatólogos hemos observado un incremento en la población. Su causa es todavía desconocida, aunque se asocia a factores genéticos, hormonales y ambientales. Es más frecuente en mujeres tras la menopausia, aunque no exclusivamente. Se presenta como una pérdida de la zona frontal, donde se inicia la línea del cabello, y en ocasiones afecta también a las cejas. Los tratamientos en este caso permiten controlar la inflamación para evitar que avance la pérdida de cabello.

    • La ALOPECIA AREATA es una alopecia NO cicatricial, de origen autoinmune, que puede cursar a brotes. En este caso a parece una o más placas sin pelo. Algunos pacientes refieren picor en la zona de alopecia. En estos casos es posible recuperar el cabello perdido a través de tratamientos antiinflamatorios o inmunomoduladores que controlan la causa, aunque pueden producirse recurrencias.

    • El EFLUVIO TELÓGENO es una caída de múltiples folículos pilosos a la vez, propiamente cuando se produce una caída de más de 100 pelos al día. Esto a menudo ocurre unos 3 meses después de algún desencadenante (por ejemplo, tras un parto, una situación de estrés, o incluso una enfermedad o cirugía). En este caso prácticamente siempre se produce una recuperación completa, y es a menudo un proceso autorresolutivo, aunque podemos complementar con tratamientos que aceleren su recuperación y la calidad del cabello.
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